La terapia sistémica considera las dificultades que el individuo vive como el resultado de las interacciones con los diferentes miembros de los sistemas sociales a los que pertenece el individuo.
Como terapeuta de orientación sistémica, creo que cada persona ya tiene los recursos para hacer frente a las situaciones que la vida presenta: mi papel es apoyar en sus redescubrimiento y fortalecimiento.
La terapia sistémica es un método altamente interactivo en el que participamos en un diálogo, exploramos nuevas perspectivas, buscamos significados y también utilizamos una variedad de herramientas experienciales para facilitar el logro de su meta.
¿Por qué “sistémico”?
El término “sistémico” enfatiza las interconexiones entre el individuo y el contexto en el que vive y crece.
Un terapeuta con orientación sistémica explora las influencias mutuas entre la persona y las relaciones importantes en los diversos sistemas: familia, pareja, trabajo, sociedad, cultura. El problema experimentado por la persona no se considera inherente a la persona misma, sino en la conexión (es decir, “en la comunicación”) con los otros miembros de los sistemas en los que vive la persona.
¿Por qué “Familiar”?
Históricamente, modalidad de tratamiento sistémico se desarrolló principalmente en el contexto de la terapia familiar, de modo que el nombre de “terapia familiar sistémica” ha permanecido para indicar el énfasis en las relaciones con los otros miembros más relevantes de los sistemas en los que se vive.
Con su evolución, el método sistémico se ha utilizado cada vez más en la terapia individual y de parejas, hasta que se empezó a llamarlo “relacional sistémico” en Italia, y en una gran cantidad de literatura científica en español.